Las enseñanzas que me deja La Librería

(Contiene Spoilers) 

La Librería es una novela escrita por la autora Penelope Fitzgerald. En esta novela se nos narra la historia de Florence Green, una viuda que decide poner una librería en un pueblo que se caracteriza por lo que no tiene. Por tanto, compra la Old House, una casa antigua carcomida por la humedad para poner en marcha su plan. Sin embargo, las personas de su pueblo, principalmente Violet, buscan estropear el sueño de Florence, poniéndole así, diferentes obstáculos.

La Librería es una novela que me fascinó de principio a fin, me sentí sumamente identificada con el personaje principal que, aunque tachada de ingenua y tontamente buena, tiene mucha fuerza y un gran coraje. Es un personaje que me parece impresionante y que lucha para sobrevivir a pesar de la mierda a su alrededor. Ella lucha por su lugar en este mundo y por sus sueños. 

No obstante, el final me dejó fría. Después de más de 200 páginas leyendo cómo Florence lucha contra el pueblo, las malas lenguas y hasta fantasmas, pierde la batalla y se va porque entendió que el pueblo no quería una librería. Es un final con un gran golpe de realidad que duele, pero no me decepcionó, de hecho, me dejó reflexionando mucho. 

A pesar de lo que se puede concluir a primera instancia el final realmente no trata de cómo Florence se rinde. ¿Se rinde alguien que da todo de sí para sobrevivir? ¿Se rinde alguien que lucha por sus sueños? Sí, Florence al final se va abandonando el sueño de poner una librería en su pueblo, pero para nada es una perdedora. A lo largo del tiempo que estuvo la librería, lleno de felicidad a lxs lectores curiosxs, prestó el servicio de biblioteca para quienes se hacían del hábito de la lectura, hizo una amistad entrañable con una niña y un anciano quienes quedaron marcados por su esencia. Florence ganó mucho, y aunque no lo acepten... también el pueblo. 

Florence se fue de un lugar del que ya no pertenecía, donde ya no había espacio para ella, pero no se rindió, lucho hasta el final, y su partida no es una despedida a su sueño... es un nuevo comienzo (por más de autoayuda que esto se lea), pero así lo veo y sí, queda dolor e incertidumbre al final. Aunque... ¿qué comienzo no empieza por un gran dolor que te impulsa?