Manifiesto de mi presente
No hay que pretender tener la verdad absoluta. Aquí nadie la sabe. Comprendemos el feminismo desde lo que nos atraviesa, desde lo que vivimos. No significa que esa sea la realidad para todas. La lucha es compartida, no absoluta. Estar de acuerdo con una idea no significa que no deba ser analizada desde su lugar situado y criticado de acuerdo a las aristas que vislumbra. No estar de acuerdo con algo, no significa que no tenga algo de verdad. No hablar por todas, no ser condescendiente, no pretender que mi experiencia funcionó, funciona y funcionará como las otras. Cuestionar mis formas y enfrentar con responsabilidad. No juzgar a la otra, tener empatía, ser capaz de regresar a mi lugar. No creerme moralmente superior. Respetar los procesos, no desde la superioridad o creyendo que deben llegar a lo yo quiero. Romper el ego y mostrarme vulnerable. El ego significarlo desde la vulnerabilidad. No sé todo y no lo sabré todo. Aceptar que soy vulnerable, no por mi condición, porque soy humana, porque tengo cuerpo, mente y alma y me pueden dañar, puedo hacer daño, puedo ser afectadas por los errores ajenos, pero también puedo afectar a otras personas por mis errores. El mundo no es blanco y negro. Nunca lo ha sido, y no lo será, tiene miles de tonalidades. No universalizar ni homogeneizar. Hablar desde mi misma. Ser consciente que no puedo controlar las situaciones. No tirar la empatía ni la paciencia por la borda. Cuidar mi salud física y mental. Saberme una ser compleja, contradictoria, aceptarlo, trabajarlo, no quedarme estática. En ocasiones.... solo escuchar a las emociones, en otras... escuchar a la razón, aprender a conciliarlas. Saber pedir perdón, corregir mis errores, saber que tropiezo. Escuchar. Poner limites desde mi misma. Tirar a la basura las estructuras dicótomas y facistas, no seguir las lógicas del heteropatriarcado. Aceptar que mi alcance es limitado, así como mis experiencias. Confiar en los procesos. Crear comunidad. Aceptar no es rendirse, es tomar consciencia de dónde parto para saber cómo accionar. Nunca sobreponer la teoría sobre la dignidad humana, nunca. Respetar espacios, respetarme a mí. Partir del amor y organizar la rabia. Perdonarme. Cuestionarme, pero poder parar. Aceptar que soy una persona antes que todo, con muchos limitantes pero que lo que alcanzo es suficiente, no para el mundo, para lo que puedo hacer. Enfocarme en el presente, el tiene mucho qué decirnos. No entrar en discusiones si no se tiene el propósito de dialogar, si detectó que no puedo dialogar... evaluar la situación. Soltar.
Sí, viví cosas, me han atravesado otras cuantas y otras no, pero eso no define lo que soy, es parte de una gran complejidad que construyo día a día.
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