Nayeli Miranda

Fluyo, o eso intento. Reconozco que soy cambiante y evoluciono a la par de mis procesos. Lucho, constantemente con el exterior y muchas veces  conmigo. Desheredo, con lentitud con compasión las ataduras las heridas las normas que estrangulan a mi cuerpo. Me acepto y válido porque es digno. Aunque, hay partes de mí contradictorias vergonzosas para lxs lectorxs. No hay palabras que me definan tampoco sentires que me expliquen pero camino para aprender a avanzar Abrazo la confusión la ambivalencia como modo de interpretar observar analizar criticar cuestionar el mundo Veo a mis opresiones a mis privilegios para aceptar que si bien, no puedo saber todo de mí menos de lxs demás Demando empatía para construir puentes que entrelacen universos

Las palabras son laberintos que cruzan y alejan caminos La voz, un vehículo descontrolado La mente, un lienzo manchado Te escucho                 tan lejana        y tan incrustada en mi vientre que terminas  siendo un agujero en el pecho Estoy sola.  girando en un huracán las palabras me han abandonado han decidido hacer relevo con un cuchillo encajado en las venas de mi muñeca Incapaz de escribir mis poemas se traducen a manchas de sangre